Una persona menstruante desde su primer periodo hasta su menopausia puede llegar a generar más de 3 toneladas de basura en productos desechables, compuestos principalmente por plásticos, los cuales tardan más de 300 años en degradarse, lo que quiere decir que la primer toalla utilizada por una mujer aún está en el planeta.
Según ONU Mujeres se calcula que un 26 % de la población mundial está en edad reproductiva, por lo que existen más de 1.800 millones de personas menstruantes alrededor del mundo y por lo que gestionarla es una NECESIDAD. Ahora es posible hacerlo de una manera diferente, dejando los productos convencionales y eligiendo cómo gestionar nuestro ciclo menstrual de una manera sostenible y amigable con el ambiente.
Las toallas y tampones convencionales además de ser productos plásticos de un solo uso, poseen componentes químicos que causan una contaminación tanto ambiental como en nuestro cuerpo, entre los químicos podemos mencionar el Rayón o la Dioxina, compuestos relacionados con …. Además, estos productos representan una inversión económica grande ya que, ¡menstruar es caro!, ¿sabías que en un año podemos llegar a gastar más de 90 mil colones en toallas y tampones?, imagínate en toda una vida, serían más de 2 millones de colones desechados.
Afortunadamente, cada día encontramos más información y herramientas para poder hacerle frente a esto, eliminando el estigma social y permitiéndonos vivir nuestras menstruaciones con normalidad, sin vergüenzas ni molestias y, sobre todo, con seguridad y consciencia. Ahora podemos elegir entre una gran variedad de productos reutilizables que nos permiten conocer nuestro cuerpo, ahorrar dinero y cuidar el ambiente al mismo tiempo, algunos de estos productos son las famosas copas menstruales hechas de silicón quirúrgico, el cual dura hasta 10 años, los calzones para la menstruación y las toallas o protectores de tela hechos de algodón y telas absorbentes las cuales tienen una duración de hasta 3 años, por lo que en todo este tiempo no generaremos desechos y cuidaremos de nuestra salud ya que estos materiales no liberan ni absorben componentes.
Y todo nuestro ciclo menstrual puede ser sostenible, ahora podemos aliviar los dolores premenstruales sin pastillas, ya que estas no sólo poseen un plástico en su envoltorio sino que también podemos llegar a desechar sus componentes mediante nuestra orina, la cual puede llegar hasta los ríos o mares y terminar afectando la ecología marina. También podemos usar aceites esenciales, infusiones antiinflamatorias, compresas terapéuticas y un sin fin de productos para consentirnos todos los días.
Te invitamos a probar estos productos y verás el cambio radical en tu vida, muchas ya somos parte del team sostenible y todas somos agentes de cambio, unidas podemos lograr un gran impacto en el planeta.